Google
Glass
¿Qué
uso se le pueden dar?
Aquí
en España no parece que preocupe todavía demasiado si las Google Glass son
legales o no, por el simple hecho de que todavía no son un producto de consumo
que uno pueda adquirir con facilidad y utilizar. En cualquier caso, no cabe duda
de que se trata de un producto polémico por las implicaciones que puede tener,
en especial la posibilidad de estar grabando todo lo que ocurre a nuestro
alrededor. Curiosamente, eso que parece preocupar tanto, ya hace años que puede
hacerse con multitud de gadgets que uno puede
comprar a bajo coste en la tienda del espía o por internet: bolígrafos, mandos a
distancia, gafas, relojes, encendedores... cualquier cosa puede transformarse
hoy en día en grabadora, tanto de sonido como de video. La calidad no es que sea
mucha, pero el caso es que se puede grabar todo. Y eso sin contar con los
teléfonos inteligentes que casi todos llevamos siempre encima y que tienen
posibilidad de foto, video y audio a discreción y en alta
calidad.
Lo
que ocurre es que las Google Glass han creado unas expectativas distintas y ha
pillado a todo el mundo por sorpresa. En Estados Unidos ya han denunciado a
alguien por conducir con ellas puestas, y, lo más sorprendente, no hace mucho un
nutrido grupo de la FBI detuvo a un ciudadano que las llevaba
en el cine —desenchufadas— y le obligaron a descargar todo su contenido en un
ordenador. ¿Se imaginan? Diez agentes del FBI rodeando el cine y deteniéndolo a
mitad película.
¿Es
a esto a lo que nos arriesgaremos si algún día las llevamos puestas? ¿A que por
ese simple hecho nos puedan detener y obligarnos a enseñar todo lo grabado?
Imagino que tendrá que desarrollarse pronto alguna normativa que permita saber
dónde y cómo se podrán usar porque de otro modo va a ser un verdadero
problema.
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