La división DeepMind presenta su
primera aplicación significativa en el campo de la salud.
La división DeepMind de Google ha
trabajado en el desarrollo de inteligencia artificial para diagnosticar
enfermedades a partir de escáneres médicos, lo cual podría convertirse en la
primera aplicación significativa de la inteligencia artificial en el campo de
la salud. DeepMind, con sede en Londres, ha analizado datos de miles de
escáneres de retina para programar un algoritmo de inteligencia artificial para
que detecte signos de enfermedades oculares con mayor rapidez y eficiencia que
especialistas humanos. La compañía ha enviado los hallazgos a una revista
médica tras encontrarse "indicios prometedores" del acuerdo de dos
años con el Servicio Nacional de Salud y el Moorfields Eye Hospital de Londres,
uno de los centros de mayor renombre mundial en el área de la oftalmología.
La tecnología podría entrar en la
fase de ensayos clínicos en unos años si los resultados obtienen el visto bueno
de los académicos. "En áreas específicas como los escáneres médicos, vamos
a hacer enormes progresos en los próximos años con la inteligencia
artificial", afirmó Dominic King, responsable clínico de DeepMind Health.
"El aprendizaje automático podría jugar un papel muy importante a la hora de
realizar búsquedas de forma más precisa y específica que en la
actualidad".
El algoritmo de DeepMind se ha
desarrollado a partir de escáneres de retina en tres dimensiones anónimos
aportados por Moorfields y en los que los doctores han diagnosticado
meticulosamente indicios de enfermedad. La compañía ha empezado a discutir con
hospitales como Moorfields la realización de ensayos clínicos. Estos algoritmos
pueden analizar los millones de píxeles de información que aportan las imágenes
en busca de signos de las tres mayores enfermedades oculares graves: el
glaucoma, la retinopatía diabética y la degeneración macular asociada a la
edad.
Peng Tee Khaw, director de
investigación y desarrollo en Moorfields, afirmó: "Confío en que lo que
aprendamos de esta investigación beneficiará a gente de todo el mundo y ayudará
a que no se pierda visión en los casos que se pueda evitar. Esperamos publicar
nuestros hallazgos en una revista a lo largo del próximo año". La
inteligencia artificial está "extendida", según King, lo que permite
aplicarla a otros tipos de imágenes. DeepMind explicó que en
la próxima fase se preparará al algoritmo para que analice escáneres de
radioterapia, a través de un acuerdo con University College London Hospitals, y
mamografías en colaboración con el Imperial College London.
Catalogar las imágenes como cáncer de
cabeza y cuello "es una labor de cinco o seis horas, que hacen por lo
general los doctores después del trabajo", explicó un especialista que
clasifica escáneres en las oficinas de Google. Ante el peso que supone para los
sistemas sanitarios una población cada vez más envejecida, los hospitales han
empezado a discutir si la inteligencia artificial puede reducir la carga de
trabajo repetitivo.
DeepMind emplea en la actualidad a
100 personas en su equipo sanitario, frente a solos 10 de hace tres años. La
relación entre las grandes tecnológicas y los hospitales, no obstante, es
delicada. El año pasado, el regulador británico de la protección de datos
dictaminó que el Sistema Nacional de Salud había violado la ley dando a
DeepMind acceso a los historiales médicos de1,6 millones de pacientes. La
sentencia hacía referencia a un ensayo de la app de diagnóstico médico Stream
de DeepMind, que no emplea la inteligencia artificial, sino que analiza datos y
envía alertas a enfermeras y doctores cuando las lecturas de un paciente
parecen anormales.
Desde entonces,
la compañía ha creado una unidad de investigación centrada en las implicaciones
éticas y sociales que se derivan de esta tecnología, según
explicó King. "Diría que hay que aplicar y evaluar la inteligencia
artificial con el mismo rigor que un nuevo dispositivo médico farmacéutico para
tener evidencias que permitan ampliar su uso en el sistema sanitario".