INSPECTORES DE HACIENDA
No solo no eliminan las comisiones, sino que se proponen aumentarlas
A lo largo de la trayectoria de este blog —desde 2006— y en el artículo inicial de mi libro recientemente publicado HACIENDA [NO] SOMOS TODOS, hablo precisamente de la improcedencia de que los inspectores de Hacienda sean remunerados en función de las actas levantadas y de la cuantía de estas. Al fin y al cabo todos deberíamos tener claro que los inspectores de Hacienda no son vendedores de aspiradoras a domicilio, ni venden coches o fulares. Son lo que son: inspectores de Hacienda.
Remunerarlos con comisiones variables en función del número e importancia de las actas levantadas no es, ni de lejos, una buena idea. Es una medida que tiene un efecto altamente perjudicial para al administrado. Quien comprueba sus liquidaciones no puede tener un interés económico en el asunto, eso tendría que ser por sí mismo motivo de recusación. ¿Se imaginan que los jueces tuvieran una compensación equitativa en función del número de condenas conseguidas y de los años de duración de las mismas?
Es absurdo, sencillamente absurdo, y si ya lo era que fuese así desde la fundación de la AEAT hace ya 25 años, más absurdo e intolerable es que ahora, con la reforma prevista, se demuestre que no se ha aprendido nada en todo este tiempo y, no solo no se aproveche para eliminar esta aberración, sino que se quiera aumentar este tipo de emolumentos variables para incentivar a los inspectores de Hacienda.
Yo no digo que no tengan que estar bien pagados, pero no pueden recibir emolumentos variables en función de las actas cuando, además, es eso, en función de las actas y no del éxito de cobro de las mismas. Hacerlo así incentiva a abrir actas injustas como perfectamente demuestran luego los tribunales. Pero de momento ya han servido para unos objetivos de un funcionario.
Es sencillamente intolerable.
Ramón Cerdá
No hay comentarios:
Publicar un comentario