Autónomos societarios: requisitos para que las empresas puedan desgravarse sus sueldos este año.
El Supremo dictó un criterio en el que admite que las empresas pueden deducirse el sueldo de los autónomos societarios y del resto de los socios en el Impuesto de Sociedades. Este año, podrán incluirlo en su declaración como gasto, siempre que cumplan ciertos requisitos.
El Tribunal Supremo puso a mediados de este año punto y final a una de las más antiguas polémicas vinculadas a la deducción de gastos en el Impuesto de Sociedades. El Alto Tribunal emitió en julio una sentencia que obliga a Hacienda a admitir la desgravación del sueldo de los administradores de una sociedad como cualquier otro gasto vinculado a la actividad. De ahora en adelante, " miles de pequeñas y medianas empresas, podrán deducir en su Impuesto sobre Sociedades, las retribuciones abonadas a sus socios trabajadores", según avanzó el Consejo General del Poder Judicial.
Hasta la fecha, la Administración echaba por tierra esta deducción en numerosas ocasiones por entender que ese salario en realidad era una liberalidad. "Esto se hacía, fundamentalmente, cuando se entendía que el sueldo de uno de los socios, familiar o allegado, estaba encubriendo en realidad un reparto de dividendos, que no es deducible. Podía suceder, por ejemplo, en una pequeña empresa familiar de arquitectura donde un autónomo societario se intentaba deducir el sueldo de su hijo, que era socio pero no arquitecto. Hacienda entendía que no se había realizado ningún trabajo y que, en realidad, se estaban repartiendo los beneficios, por lo que ese pago no debía ser considerado un salario y no era deducible", explicó José María Mollinedo, secretario general del Sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha),
Con las sentencias emitidas el 6 y 11 de julio de 2022, el Tribunal Supremo sentó doctrina e impidió abiertamente a la Agencia Tributaria tumbar como estaba haciendo hasta la fecha las deducciones del salario de miles de autónomos societarios y pequeños empresarios al entenderlas como "una liberalidad", independientemente de la relación que haya entre los socios y del régimen en el que estén dados de alta. "Las sentencias del Supremo han sentado doctrina y vinculan a la Administración. Esto significa que, a partir de ahora, los sueldos de los socios de una empresa son deducibles en sociedades, sean o no de familiares o allegados. Siempre y cuando, eso sí, haya existido el trabajo por el que se remunera al socio y, además, se cumplan los requisitos generales que se aplican a cualquier gasto para ser considerado deducible, como por ejemplo estar debidamente justificado y contabilizado", añadió el secretario general de Gestha.
Requisitos para que los
autónomos societarios se deduzcan el sueldo en el Impuesto de Sociedades
De cara a la declaración del Impuesto de Sociedades a presentar este año, la diferencia va a ser que " Hacienda ya no va a poder tumbar estas deducciones si cumplen los requisitos generales de cualquier otra deducción. Y, si lo hace, tendrá que ser ella la que aporte pruebas de que ese trabajo no ha existido y por tanto no debería deducirse el pago al socio como un sueldo. Es decir, la carga de la prueba ya no está sobre el autónomo, como ocurría antes, si no sobre la Administración", dijo Mollinedo.
La clave de estas dos sentencias es que destacan por primera vez que "lo importante es la realidad de la prestación del servicio, su efectiva retribución y su correlación con la actividad empresarial. Todo esto frente a la tesis de la Administración, que entendía que esas cantidades no eran deducibles, por no ser obligatorias", explicó, por su lado, Pablo G. Vázquez de GVA asesores, experto fiscalista especializado en deducciones. De hecho, a partir de ahora, con estas dos sentencias el Tribunal Supremo ha dejado claro que "la Administración carece de facultades para calificar un determinado acto o negocio de forma libérrima" y deberá de ser "cuidadosa a la hora de elegir y de aplicar los mecanismos que el ordenamiento jurídico pone a su disposición”, apuntó el experto fiscalista.
Según los expertos consultados, para que un autónomo deduzca su sueldo o el de uno de sus socios en el Impuesto de Sociedades debe cumplir los siguientes requisitos:
Que
se cumpla el principio de inscripción contable, Es decir, que se haya imputado
el gasto en las cuentas de pérdidas y ganancias del año que se está declarando
Que
el trabajo se haya efectuado realmente y que, a poder ser, el pago se haya
hecho mediante transferencia bancaria.
Que
se justifique el pago de los sueldos, a poder ser mediante un justificante
bancario.
Que
el socio trabajador esté dado de alta en el régimen correspondiente -puede ser
tanto autónomo como asalariado-
Lo
más importante es que el trabajo se haya realizado realmente.
Según concluye el Tribunal Supremo en sus dos sentencias, para deducir el sueldo en el Impuesto de Sociedades, "no se puede exigir que, quien realice la actividad o preste el servicio se desprenda de su condición de socio, accionista o participe". Es decir, que la deducibilidad o no del sueldo tiene que centrarse en "la realidad de la actividad y del trabajo desarrollado" y no en si el trabajador es "socio, accionista o participe".
En otras palabras, "a partir de ahora, por norma
general sólo puede haber dos motivos por los que se impida deducir el sueldo de
un socio como gasto. El primero es que la Junta directiva, que
es el máximo órgano de una Sociedad, impugne ese salario y decida que el socio
en cuestión no puede cobrarlo. Ese sería un motivo para que Hacienda impidiera
su deducción. El segundo,
lógicamente, es que este sueldo no se haya registrado correctamente en la
contabilidad y no se pueda justificar con documentos como el extracto bancario.
Pero esto sucede en cualquier gasto, no sólo en el sueldo", explicó Adolfo
Jiménez, Vicepresidente de Fetaff. Fuente: Daniel Ghamlouche
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